domingo

Este perro que ves aquí tiene nombre y es el mió


Este perro que ves aquí tiene nombre y es el mió

Camacho se levanto como todas las mañanas con una resaca de puta madre, se sentó sobre su cama, estuvo así un rato, armando el rompecabezas de recuerdos. Se puso en pie y tambaleando se coloco una franela cualquier y el pantalón, entro al baño y se lavo la cara, no se cepillo por que es cochino el hijodeputa y por que no tiene cepillo de dientes, tampoco pasta dental, lo gastaba todo en aguardiente, siguió camino a la cocina a pocos pasos del deteriorado lugar, reviso la nevera y los estantes, no había nada. Reviso sus bolsillos y tenia algo de dinero, después de meditar en si gastarlo horita para comer o esperar y comprarse alguna botella en la noche,” ya ebrio se me quita el hambre”, se decía, aun así se dirigió a un café cercano.

Mientras caminaba comenzó a sentir comezón en un costado de su cuerpo, se sorprendió al notar que de forma natural se rascaba con la pierna izquierda. No le puso reparo, seria algo normal, “quien sabe, esas cosas genéticas y hereditarias de los monos los dinosaurios cualquier mierda”, siguió caminando y comenzó a sentir humedad la nariz, “¿que mierdas pasa? Que bebí anoche? Estaré resfriado? Esa es el hambre chico, por que estoy oliendo las hamburguesas y estoy mas bien lejos del puto café!” Siguió caminando y se fijo que soltaba pelos, se excito terriblemente al ver una puddle cruzando la esquina con su dueño. Se asusto increíblemente cuando se percato que estaba orinando un hidrante, no podía cerrar su boca, meter su lengua, continuaba caminando, no sin antes detenerse en cualquier esquina a oler, no se lo explicaba, seguía marchando hasta que estro en el café. La gente lo veía horrorizados, estaba cambiando de verdad la rutina diaria de aquel lugar, la gente sorprendida no sabia si espantarse o caer en cuenta que abría un circo en la ciudad, lleno de fenómenos como Camacho.

Camacho se sentó en la barra y después de darse cuenta que la gente al parecer no lo entendía, por que ladraba y fuerte. Decidió convencerse de que de verdad pasaba algo extraño con el, que era una apuesta segura. Fue al baño y al verse en el espejo se descubrió mascota, se descubrió perro, se busco clasificación pero el no sabia de perros, ni sabia si el, al ser perro, a que raza pertenecería, “¿esta vaina será reversible?, pasara, lo estaré alucinando, estaré soñando, ebrio en alguna banca o en mi cama aun”, se toco el trasero y vio una larga cola que empezó a perseguir, luego, se dio cuenta que era suya. Se asusto como los de afuera, que le habría pasado!, el no lo sabia, nadie lo sabia, salio y camino a la barra, busco un lápiz y escribió “¿tienen sobras ahí adentro?” la chica le acaricio la cabeza y le dijo que fuera por la parte trasera. Ahí le tiro las sobras del día. Camacho comió como loco, se tiro 3 peos, se busco oler el trasero, se arrecosto, descanso y pensó “esta vaina no es tan mala chico” para luego levantarse por que ese lugar parecía estar lleno de pulgas.